viernes, septiembre 21, 2007

El académico de la lengua…

Sobre La lengua popular
Andrés Calamaro
Warner music


Una vez veía en un programa de TV, a un periodista que contaba sobre un músico que realizó una investigación sobre sonidos de los suburbios urbanos, este trabajo tenía libro y CD, en el CD había axe, cumbia villera, reaggeton y otro estilo que en este minuto no recuerdo. Son esos ritmos a los que realmente se les pueden denominar populares???.

Según el último trabajo de Andrelo algo hay ahí, Cinco minutos más (minibar) por ejemplo, tiene claros beats reaggeteneros mezclados con esa rumbita heredada de Los Rodriguez, pero más allá de los ritmos que puedan clasificar el disco de popular o no, Calamaro lleva el concepto a su lírica honesta y sin concesiones, tengo abierto el minibar y cerrado el corazón, reza en este mismo track. Calamaro define la lengua popular con simbología nuestra, con frases llenas de historias y dichas desde la más roja sangre de tus venas, y es precisamente esto lo que hace de Calamaro uno de los grandes letristas latinoamericanos de los últimos tiempos.

Vamos por parte. El disco abre con Los Chicos, un rock and roll para los amigos, los que se fueron, los que ya no están, aquellas indestructibles malas compañías, parte de ese tema señala; Muchos amigos se fueron Antes que yo, y me dejaron solo, por eso si en el invierno hace frío también bajo al infierno un poco.

Carnaval de Brasil habla de las musas, de si son reales o un invento de algún artista estítico, dice que talvez la única verdadera musa es la tristeza, gran tesis, bajo ritmos de power balada setentera, típico Calamarismo entre el mejor Dylan y el canto sobre el tablón de la cancha. El disco se deja llevar rápido, en seguida viene 5 minutos más, para dar paso a Soy tuyo, una de mis favoritas; Me gusta desarmarme arriba tuyo, me gusta demasiado ensuciarte, besar tu flor inmediata, besarte atrás y adelante, NOTABLE!!!. Nada puede ser mal hablado en una canción de AC, más honesto que nunca a estas alturas este tipazo no le debe explicaciones a nadie y solo canta sin tapujos lo que siente.

Mi gin tonic maneja el mismo tipo de ritmo ultracalamarezco, una especie de pequeña declaración post boom de regresos, el ruliento señala; no me digas que voy a ir a tener que ir a ver a tu grupo del siglo pasado en la bombonera, mmm, si claro, mientras este exdrogón se pasa el año componiendo y desafiando su versatilidad otros se forraran con pomposos regresos. Los quiero a todos en el Arena!, no gasten en algo que ya vieron!!!!...

Volviendo al tema de los ritmos populares La espuma de la orilla rescata ese sonido entre boliviano y de cumbia villera, si bien no es mi lado favorito, mal tampoco suena.
En Cada una de tus cosas vuelve al ruedo de las baladas rumberas, fogatera y desgarrada con unas cuerditas de fondo el cantante trata de no carraspear para cantar más despacio y con dulzura. El ska medio cumbianchero, la escuela de los cadillacs llega con Comedor piquetero; gratuita la torta frita y hierba de ayer secándose al sol.

Mi frase esta ves la puso en Sexy y barrigón; soy una buena combinación de a Homero Simpson con Rolling Stones, un rock and roll cruza entre Riff, y sonido medio ochenteno, luego de esa dosis, viene de orgullo y miedo, otra de aquellas, balada medio rancherada bien de bar y cigarrillo; Cualquiera se cansa de milongas y quiere querer y también ser querido.

La notita baja la pone La mitad del amor, tal ves de esos caprichos de AC, ya sabemos que el compositor no se detiene, esta es una especie de ranchera bien cowboy con coro de estadio auto referente; parte de mí no cambió y a la ves ya no soy el viejo Andrés que no dormía jamás.
Cerramos el disco con Mi Cobain, la última gran poesía del disquito, cierra con palabras rotundas; La importancia del agua es vital, sobra tu corte comercial.

Es eso, tan simple como el agua, sin complejos y a la vena Calamaro lo hizo de nuevo y por fin es tiempo de esperar su venidero concierto, evento que se nos debe como buenos creyentes que somos, el minibar está abierto, las rumbitas sonando, y por todos lados podemos encontrar algo de La lengua popular, somos todos del mismo barrio, Salud! por Andrelo.
Disfruta de Soy Tuyo, track 4 y uno de mis favoritos:



sábado, septiembre 08, 2007

Una malta, un huevo, Alex de la iglesia y cuatro jóvenes chilenos dentro de una batidora...

Sobre Malta con huevo
Dir. Cristobal Valderrama
Con Diego Muñoz, Nicolas Saavedra, Manuela Martelli



No se por que, prejuicios míos, me quedé pegado con la concepción de cine chileno de los 80, en donde todas las historias pasaban de una forma u otra tocando el tema de nuestros exiliados, golpe de estado, marginalidad, realidades sociales extremas, en fin, un cine que si bien es necesario para el reflejo de lo que hoy somos, siento que se extendió demasiado en el tiempo, dejando un tanto estancada la posibilidad de darle otro tinte a nuestras creaciones, arriesgándose poco tanto por lo que significa hacer cine en nuestro país en términos de costo y por lo que nuestro público está acostumbrado a ver. Me pueden hablar de transición y un montón de cosas, pero no nos enrollemos tanto esta ves...

Todo esto hasta que los noventa llegaron y se quedaron, y Gustavo Graef-Marino dio una certera bofetada con su Johny cien pesos, abriendo a todas luces la posibilidad de hacer un cine de género en Chile. La historia es larga y un montón de personajes pasan en ella, pero saltemos a otro icono del cine de genero nacional, en 1999 otra cachetada reventó las salas, esta ves era una Comedia, que enlazada a un programa de radio marcó record históricos en lo que a recaudación y público se refiere, El chacotero sentimental, que después de ocho años pretende romperla nuevamente con una segunda parte a estrenar en Octubre – Radio corazón, ..

Y así nuestro cine comienza realmente a arriesgarse como corresponde, y aparecen películas de ciencia ficción, más comedias, dramas familiares, terror, cine de época, también sociales o políticas, mucho documental, experimentación y más. Se abre por completo la puerta y ahora si podemos esperar sorprendernos con excelentes trabajos.

Sexo con amor, Promedio rojo, En la cama, Paréntesis, Play, Cachimba, Machuca, Padre nuestro, La sagrada familia, y muchas otras confirman esta regla y por estos días el turno es de Malta con huevo.

Fresca, ágil, innovadora, producida por Fuguet, es una historia inconexa que divierte e inquieta, con la malta con huevo, el tradicional brebaje nacional, como invitado de honor. Claros tintes a De la iglesia con todo su cine de humor freak. Las actuaciones de Muñoz y Saavedra los confirman y consagran, se observa que todos los actores se sienten comprometidísimos con sus personajes, el guión es de gran factura, actual y provocadora, la música pone en el lugar que corresponde al Macha y sus dos grandes proyectos, La floripondio, y Chico Trujillo, en definitiva otro gran acierto en donde queda claro subrayado que nuestro cine al fin goza de la frescura que necesita para ser reconocido en cualquier lugar del mundo.

Javiera Diaz de Valdes y Manuela Martelli en roles de calza perfecta para ambas, y el barrio como telón de fondo para conductas, historias, momentos, personajes, lugares y situaciones que hacen pensar que solo pasan en nuestro querido Chile.

La boti del barrio atendida por el guatón metalero, el amigo barza, el nerd, la mina rica del nerd, la lola freakeada, el carrete en el depto del centro, copetes en exceso y sobre todo Malta con huevo.

Vueltas de tuerca entretenidas y un final de antología en una película con ciertas citas a grandes creadores del cine, Malta Con Huevo refuerza mi idea de que al fin nuestras cintas se están separando de la tragedia marginal, social y política, genero que insisto en que resulta necesario, pero nunca está demás una dosis de rock and roll o de cumbias, o de música gótica, todo acompañado de un tremendo brebaje nacional, tal como la peli, de dosis simple y efecto notable, un litro de malta, dos huevos y a batir...