jueves, abril 21, 2011

La marraqueta de Martín...






Nunca me gustó la idea de asociar la llegada de un hijo, a la de una horda de buenas instancias económicas, la marraqueta bajo el brazo no me parece, no me cruza que de la mano del nacimiento de aquel universo nuevo se asocie la llegada de una platita inesperada, de una mejor pega o del esperado aumento de sueldo. En mi caso y sin ánimo de lamentar, me ha tocado precisamente lo contrario, Martín llega en momentos en donde termina mi contrato de trabajo después de cerca de cuatro años, el SII me devolverá la mitad de lo que tenía estimado y me acabo de endeudar sacando la tarjeta de crédito de una casa comercial, cosa que no hacía hace montón de tiempo.

El tema no me preocupa, al menos de momento, creo y confirmo con esto que Martín viene con otro tipo de Marraqueta, con una que cruje con escasa abundancia material y una sobredosis de condimento emocional.

Si asociamos la llegada de Martín Ignacio a buenas fortunas me armaría de una lista que no tienen nada que ver con pesos, podría decir por ejemplo que la marraqueta de Martín trajo consigo el regreso de mi amigo Marcelo Ezquiaga a Chile, repartiendo su música por distintas ciudades de Chile junto a Javier, otro de sus tíos músico; trajo también el positivo cambio de vida de su tía Carola, el buen estado de salud de sus abuelos, la alegría y tolerancia que hoy se estaciona en su mamá y la venida al fin de Paul Mccartney!.

Un universo nuevo no se puede adaptar sin provocar reacciones en el universo presente. Sin contar las noches con sueño cortado y la incertidumbre diaria de no saber como se comportará dentro del día, prefiero seguir enumerando eventos afortunados coincidentes a su llegada, la marraqueta de Martín trajo una nominación al Altazor de un libro de Lolita Editores, el sello literario de su tío Pancho Mouat, la venida detracito, de otro primo con su tía Claudia esperándolo, el buen momento de trabajo de su tío Rafael y el lanzamiento de un nuevo libro de Bolaño.

No puedo negar que no hubiese rechazado que trajera bajo su brazo un gran pan francés con nuevas ofertas laborales o altas dosis de proyectos económicamente viables, pero no, a cambio considero que viene también con ideas, con acciones para desarrollar en el año, con buenos ánimos por montón, cambios de estilo de vida y buenos resultados de aquellas gestiones llevadas a cabo a pulso y con grato empeño.

Para sobrevivir, el esfuerzo y la perseverancia tendrán su recompensa, para vivir, nada más dejar pasar las cosas, lo bueno y lo malo, presentarse como dentro de un cuento que hojean despacio, en el cual el relato sube y baja por párrafo, página o capítulo. Es en ese relato en donde somos protagonistas y en el que debiéramos situarnos de manera tranquila y sin grandes ambiciones con el fin de no hacer de la narración una mala y tensa historia, finalmente será la altura de tu codicia proporcional a tu frustración.

En este libro estamos a mil, a la historia se sumó un nuevo protagonista y es él quien ahora guía la trama, así es que no perdamos mucho tiempo en buscar la famosa marraqueta de la fortuna, tenemos canciones, algunos libros, un barco imaginario, un pingüino que guarda ropa, mamá Ange, Papa Mauricio, dos abuelas aperradas y dos abuelos embobados, sin duda Martín hará de esta una gran historia que recién comienza.





6 Comments:

At 11:15 p. m., Blogger Guille Arancibia said...

Me encantó tu post....muy buen enfoque compadre...en algunos años Martín se sentirá felíz de leerte así, feliz por él, feliz por estar felíz nomás...se percibe tu emoción loco, y tus canales abiertos. Te respira el papel.

 
At 8:51 a. m., Blogger F said...

Mientras te leía me preguntaba, a quién se le habrá ocurrido asociar las marraquetas (de pan, supongo) con la llegada de plata. Luego, a quién se la habrá ocurrido asociar las marraquetas y la plata, con un bebé. Me acordaba de cuando era chica y me decían que el pan era "la cara de Dios", y que no se botaba a la basura. Quizás es eso, la idea de sagrado, o de "Dios proveerá"... Quizás cuando nace un bebé, nace una cara de Dios nueva, o algo así.

Me emociona leer tu escrito, por lo sincero y sabio... Qué linda la idea de imaginar la vida como un cuento, y pensar cada acontecimiento como una página distinta: Es así!!! sólo que a veces no nos alcanza para darnos cuenta.

En este capítulo que les toca vivir, a Ange, Martín y a ti, seguro aparecerán más personajes e intrigas, también monstruos y antagonistas (en toda historia los hay). Pero si ya partieron con esta voluntad y conciencia, ten por seguro que las páginas con los monstruos las van a dar vuelta altiro.

Un abrazo de Fá.
:)

 
At 6:51 p. m., Blogger Javier Barría said...

pelao, escuchate este temas nomás:
http://www.youtube.com/watch?v=TjtO0p1GdTY

 
At 1:12 p. m., Blogger Ana Figueroa said...

Solo dire.. FELICIDADES POR TU MARTIN!!
Buena estrella para ti!

 
At 10:44 a. m., Blogger F said...

Mauricio!
Que no muera el blog!!!!!!!!!!!!

^.^

 
At 8:21 p. m., Anonymous Anónimo said...

If the sun refuse to shine....

Esta noche, el poeta no escribe,
escucha un susurro lejano, se le antoja un lamento,
un dejo de congoja, que no alcanza a romper en llanto,
rompen las olas, el poeta siente que desvanece,
el pianista se reconoce en su oficio, bosqueja esa melodia,
percute con dejadez los dactilares callosos, detras de la caja,
espectral, las sombra de sus hombros apretados, comadreja,
el luto de los dias pesa tanto, amenaza de tormenta,
la desnudez fetal del poeta apreta contra el vientre,
la densidad en la desolacion de dos almohadas,
este desparpajo de memorias entumecidas, dobleces,
en los pliegues de la carne seca, ningun makeup,
se adhiere ya, la lozania se escurrio, solo enjambres,
reticulas en descontinuidad, huequitos de carcoma,
un reguero de palabras, bajo la maceta de un cactus,
el viento y la arena se lo tragan todo, el oleaje incluso,
hora de apretar el on de todos los artefactos,
de las maquinaciones, de las coyunturas automatas,
si detras de la mudez, esta garantizado el ruido,
blanco, el crack en el quiebre de cartilagos, caniios rotos,
la condicional se anula, quemando todos los alfabetos,
el volumen a tope y persiste la ausencia, en rouge,
esta oruga constreniida, de poesia en huelga de hambre,
solo reclama la placidez insolente de caricias persistentes,
que agotaron el coeficiente de friccion de las pieles,
hasta la llaga, que no sutura ni con musica.

 

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