miércoles, junio 22, 2005

Pequeño post para una gran película y otras hierbas dulces y amargas



Siempre me e adueñado de la frase de Borges al preguntarme por que escribo?, alguna ves el genio que se fue poniendo ciego, tal ves cansado ya de buscar explicación a todo lo que veía, señaló ante esta pregunta: "Escribo para que me quieran"... Por que es verdad. Para que sino?, para hacerse famoso?, para informar?, para distribuir ensayos y teorías?, para que todos sepan cuan cool es mi vida?.

Lo e pensado muchas veces y creo que este motivo cabe también para quienes componen, o para quienes actúan, en el fondo para quienes llevan a cabo cualquier tipo de demostración que pase por la fibra de su alma. La imperfecta solicitud de ser querido a través de este tipo de manifestaciones se conforma con tan solo el hecho de saber que pusiste una sonrisa, hiciste llorar o gritar a tu receptor, pasa por saber que tal como tu hay otros que también sienten de la misma forma y pueden hacer de una canción o de una película, o de una pintura una declaración de principios visceral.

Considero desde que me dieron la primera bofetada, que en los sentimientos, en las emociones más profundas está practicamente todo, y con esto me refiero a encontrar las respuestas a nuestras actitudes, a nuestros gustos, a nuestros vicios, a nuestros sueños, a nuestra vida.





La otra noche vi Eternal Sunshine of the spotless mind, aunque suene snob mencionarla en inglés aclaro que lo hago solo por que me encanta como suena el título en su idioma original, cuando supe de su existencia lo primero que me llamó la atención fue eso y el pelo azul de la Winslet. Definitivamente Kaufman la tiene clara, un guión que me partió la cabeza, una historia fascinante y muy presente, una visión del amor desesperado, profundo, contemporáneo, de Gondry dirigiendo nada que decir, una apuesta demasiado atractiva, planteando la idea en una puesta un tanto parecida a las exigidas anteriormente en otras películas de Kaufman. Notable por todos lados.

Pero por que me llama tanto la atención y me queda dando vueltas de manera enfermiza (acabo de poner un tapiz en mi computador) una película sobre una pareja que contrata un servicio para hacer desaparecer la imagen del otro en sus mentes?. Por que tal ves sea precisamente eso lo que alguna ves necesité o necesite para sacar de lleno una presencia constante de mi cerebro. Lo peor de todo es que el resultado final puede, hasta el día de hoy, ser exactamente lo que le pasó a Carrey con la Winslet en esta historia.





No es tan fácil para mi como para algunos, sobre todo si estos días, llenos de cuestionamientos, traen consigo el recuerdo de episodios como esos que salen en eterno resplandor. Pero como las películas son películas y la vida es la vida, no me queda otra que escuchar mil veces She Talks To Angels de Black crowes y tratar por mis propios medios de exorcizar de una ves y para siempre ciertos demonios o ángeles que muchas veces me hacen actuar como un zombie.




Seguiré escribiendo un par de cientos de veces más antes de que el experimento de Kaufman de buen resultado en mi cerebro, seguiré escribiendo con el fin de Borges, claro, si me hacen falta cien millones de palabras, y como las palabras son sagradas como el vino debemos continuar hasta siempre y para al fin dejar solo el resplandor eterno en esta mente aun con recuerdos.