La aplanadora en Chile...
El power trío argentino brindo una cátedra de rock ante más de 1000 personas que con profunda devoción asistieron al Teatro Teletón.
No dieron un segundo de descanso, Divididos, el power trío más potente de Latinoamérica entró a las 23:15 hrs de la noche al escenario del teatro teletón dando los primeros acordes de NextWeek, imposible no invocar a Luca y esa big band llamada Sumo que revolucionó buena parte de los oídos de una reprimida Latinoamérica en los ochenta, luego avanzamos solo unos años cuando la que siguió fue Haciendo cosas raras del primer disco del trío; 40 dibujos ahí en el piso, fueron aproximadamente dos horas de rock a la vena, un recorrido variopinto por toda su discografía incluyendo los temas que los hicieron conocidos por estas faunas, Que ves, El Arriero, Sábado, Rasputín y La era de la boludez, todos himnos tocados de manera notable, en un comienzo con el bajo de Arnedo un poco alto de volumen dejando en evidencia su ansiedad y virtuosismo al momento de golpear las cuatro cuerdas, Mollo haciendo rugir su guitarra en cada uno de los cortes y Catriel Ciavarella dejando en claro que llegó para quedarse, y que nada tiene que envidiar a Collado, Gil Solá o al monstruo Araujo, ya que su despiadado, adolescente y avasallador estilo al golpear los tarros encajan de manera perfecta para armar lo que a buena hora llaman la aplanadora del rock and roll.
Un show para mas o menos 1200 personas, "ya sabemos que podemos contar con ustedes" señala Ricardo en medio del concierto dejando claro que no van a pasar nuevamente cuatro años para volver a ver la misa del rock como bien decía en el lienzo que extendieron sobre el escenario los propios músicos.
Vida de topos, Ala delta, por el aire como un tiburón, el 38, oh Dios que boludo, cielito lindo, la rubia tarada, entre muchas más, hacían corear, saltar y bailar a un público que sabía a lo que iba y que con devoción admiraba la performance que brindaba una de las agrupaciones más sólidas que nuestros vecinos Argentinos nos han dado, no faltó quien se subió sobre los hombros de un amigo para tirarse con los brazos extendidos sobre la masa de gente que se agolpaba junto al escenario, ni quien logró atravesar la valla de seguridad para saludar a Mollo sobre el escenario antes de finalizar el show, rituales obligados ante una banda de las características de este trío.
Un show para mas o menos 1200 personas, "ya sabemos que podemos contar con ustedes" señala Ricardo en medio del concierto dejando claro que no van a pasar nuevamente cuatro años para volver a ver la misa del rock como bien decía en el lienzo que extendieron sobre el escenario los propios músicos.
Vida de topos, Ala delta, por el aire como un tiburón, el 38, oh Dios que boludo, cielito lindo, la rubia tarada, entre muchas más, hacían corear, saltar y bailar a un público que sabía a lo que iba y que con devoción admiraba la performance que brindaba una de las agrupaciones más sólidas que nuestros vecinos Argentinos nos han dado, no faltó quien se subió sobre los hombros de un amigo para tirarse con los brazos extendidos sobre la masa de gente que se agolpaba junto al escenario, ni quien logró atravesar la valla de seguridad para saludar a Mollo sobre el escenario antes de finalizar el show, rituales obligados ante una banda de las características de este trío.
No faltaron tampoco los homenajes a los gurues, un tema de Hendrix y otro de led zeppelin, los elegidos para poner la guinda a una noche redonda, una notable comunicación entre músicos y asistentes, un sonido a ratos aplastante (no puede ser de otra forma, aunque a mi juicio suenan mejor al aire libre) y una lista de temas como tenían que ser, Divididos vino a saldar una deuda y lo hicieron con creces, es una lastima que una banda tan sólida no tenga una convocatoria como para ponerlos en un Teatro Caupolicán o en un Estadio Victor Jara, es una lástima que existan tipos que le rinden pleitesía a grupos como La Renga o a Weichafe (no tengo nada en contra de ellos), pero me parece casi irresponsable que no pongan la atención necesaria a la aplanadora.
Pero bueno, como bien lo dijo Mollo acá estaremos nosotros para la próxima, perros fieles, por que debe haber próxima, por que cada cierto tiempo a un país a veces tan parco y fome como Chile le hace falta que le pase una aplanadora por encima.