jueves, septiembre 18, 2008

La historia de NEN en Rolling Stone


El mes pasado la Rolling Stone regalaba el disco cd/dvd de Calamaro con Fito & Fitipaldis, el requisito era enviar una carta contando cualquier historia pero con pasión, con ganas. Me puse a escribir la historia de NEN que casualmente se cruza con la primera ves que escuché Honestidad Brutal de Andrelo, lo hice rápido y sin mayor prolijidad, con el fin de tal vez ganarme ese disquito con ese tremendo concierto y tah!. Hojeábamos la revista de este mes con Ange y nos cagamos de risa al ver que mi carta era la carta del mes!!!!, jaja.

Tengo el disquito en mi poder y de llapa me dieron unas entradas para el cine, que mejor, gracias a los de RS por la buena onda... y bue, lo mejor de todo es que la historia es tan real como la vida y la muerte, para que no se quemen los ojos con la foto la reproduzco a continuación:

Difícil de entender (título puesto por RS)

Me acababan de patear. La estudiante de psicología con la que estaba saliendo me dijo sin filtro alguno que no quería nada más conmigo y que había decidido volver con su ex pololo que es militar (uf). Llovía como en la mejor escena de Cuzack y decidí insistir llamándola desde un teléfono público, no me pesco ni un centímetro. Enfurecido y mojado le dije sabes que?, lo que pasa es que tu NUNCA ENTENDISTE NADA!!, y le colgué, me fui corriendo hasta una botillería y compré 4 cervezas de litro. Como pude en medio de la lluvia las llevé hasta el depto de un amigo como a 4 cuadras de ahí. Entré empapado y le conté todo, mientras abría las cervezas lo único que atinó a decirme fue: ¿sabes?, cuando hagas un libro tienes que ponerle NUNCA ENTENDISTE NADA, encuentro que es un tremendo título… Hoy tengo un blog y una canción en myspace que se llaman así, puedes googlear la frase y aparecerán. Mientras nos emborrachábamos y ahogaba mis penas mi amigo me dijo: “tengo el disco que te va a sanar”. Esa fue la primera ves que escuche HONESTIDAD BRUTAL de ANDRÉS CALAMARO, y los dos volúmenes de un zuácate, recuerdo haberme quedado mudo y casi llorando al escuchar las tremendas frases que salían sobre baladas rockeadas de Paloma, Clonazepan y circo, uff!, tuvimos que alejar todo material cortante del lugar y el disco fue íntegramente y hasta hoy uno de mis fundamentales. Sobre todo cada ves que me mandan a freir papiones a África. Saludos a todos en RS.

Mauricio F

martes, septiembre 09, 2008

Pequeñas anécdotas porteñas…

Segunda parte

A pasado tiempo ya pero no quiero dejar de contarles un par de anécdotas más vividas en aquel lindo viaje a Baires, un paseo enriquecedor que confirmó a la ciudad de la furia como una de mis favoritas y a la persona con la que fui como una gran compañera de viaje…
El power Baraj

En Nuevos Aires Folk, el mismo festival en donde un extrovertido Gepe destacó, el cierre estaba reservado para la ecléctica Mariana Baraj, percusionista, músico y cantautora abre su show con Gota de rocío de Silvio acompañada de sus músicos y en formato trío. De ahí en más la cosa no para, centrada en el repertorio de su último disco Margaritas y Azucenas, Mariana baila, toca percusiones, hace temas con loops de su voz, acapella, va y viene por todo el escenario. Me parece lógico, una chica con un árbol genealógico de grandes músicos y que ha participado en grabaciones y presentaciones de proyectos tan diversos como Catupecu Machu, Liliana Herrero, Lisandro Aristimuño o Julieta Venegas, solo podría brindar un show sorprendente.

Lebón en el Ateneo

Hicimos una cola de dos cuadras, veníamos de la trastienda y el cansancio asomaba, el concierto se llamó David Lebon – Haciendo Rock, el ND Ateneo repleto, antes de apagarse las luces todos cantan como hinchas futboleros su seudónimo: oe oeoeoe rusooooo, rusooooo. Lebon aparece de camisa blanca y con barba Quijotesca, el formato de la banda lleva teclado, en batería su hijo Panchi, bajo y la guitarra del Ruso, todos músicos jóvenes, el repertorio altamente rockero y transversal en cuanto a su discografía. Luego de Copado por el diablo, blues que incluyó un tremendo solo de teclados, todos aplauden y alguien grita: “gran tecladista David!!!, a lo que Lebon responde; Y si, e tenido la suerte de trabajar siempre con grandes pianistas, tremendos músicos… claro, salvo Charly!!!, todos en la sala ríen y Lebon por supuesto aclara que se trata de una broma.
El concierto es una bofetada tras otra, la lista de temas incluye hits fundamentales; Hombre de mala sangre, esperando nacer, despiértate nena, noche de perros, copado por el diablo, etc. La gente no lo deja ir y el Ruso no falla, no para, con Ange estamos agotados y nos vamos caminando hasta el Hostal, pasamos a una pizzería por Corrientes, ella me pide que porfavor al menos mañana no vayamos a ver música en vivo, le digo que si, que no se preocupe, Lebón fue una inyección que definitivamente me dejó calmo.

House of rock, El Tórtoni, San Telmo, Puerto madero y más

Son tantos los lugares que alegra que siempre queden más por conocer, para volver y volver sin la frente marchita.

Fuimos al House of rock y aunque no lo crean no tomé cerveza sino un café. Nos sacamos fotos mientras por los plasmas pasaban conciertos en vivo de bandas nuevas y no tan nuevas, los afiches de conciertos y artículos de referencia a la cultura rocker estaban por todos lados, es un lugar enorme que mezcla ese típico ambiente de lugar porteño con esos adornos y objetos de rock que suelen mostrar en los canales de turismo.

Estuvimos desayunando en el Tórtoni, paso obligado cada ves que voy, ese café en donde Borges pasaba mañanas enteras, independiente de lo increíble de su construcción hay que admitir que sus sándwich y sus medialunas son de otro mundo.

Y las infaltables y monumentales ferias de Palermo, Plaza Francia o San Telmo, esta última por primera ves la vi y recorrí en toda su magnitud, una caminata agotadora e interminable que te cruza con todo tipo de objetos y artilugios, una instancia única y mágica que no da descanso a tus sentidos, cias. de teatro de marionetas, grupos de tango en vivo, tríos de jazz, estatuas humanas y miles de puestos en las calles, tiendas, galpones, galerías y restaurantes entre cientos y cientos de personas que conviven sin necesidad de comprar algo, un panorama gratamente porteño que bien vale terminar con un buen plato de biffe chorizo…