Segunda parte
A pasado tiempo ya pero no quiero dejar de contarles un par de anécdotas más vividas en aquel lindo viaje a Baires, un paseo enriquecedor que confirmó a la ciudad de la furia como una de mis favoritas y a la persona con la que fui como una gran compañera de viaje…
El power Baraj
En Nuevos Aires Folk, el mismo festival en donde un extrovertido Gepe destacó, el cierre estaba reservado para la ecléctica Mariana Baraj, percusionista, músico y cantautora abre su show con Gota de rocío de Silvio acompañada de sus músicos y en formato trío. De ahí en más la cosa no para, centrada en el repertorio de su último disco Margaritas y Azucenas, Mariana baila, toca percusiones, hace temas con loops de su voz, acapella, va y viene por todo el escenario. Me parece lógico, una chica con un árbol genealógico de grandes músicos y que ha participado en grabaciones y presentaciones de proyectos tan diversos como Catupecu Machu, Liliana Herrero, Lisandro Aristimuño o Julieta Venegas, solo podría brindar un show sorprendente.Lebón en el Ateneo
Hicimos una cola de dos cuadras, veníamos de la trastienda y el cansancio asomaba, el concierto se llamó David Lebon – Haciendo Rock, el ND Ateneo repleto, antes de apagarse las luces todos cantan como hinchas futboleros su seudónimo: oe oeoeoe rusooooo, rusooooo. Lebon aparece de camisa blanca y con barba Quijotesca, el formato de la banda lleva teclado, en batería su hijo Panchi, bajo y la guitarra del Ruso, todos músicos jóvenes, el repertorio altamente rockero y transversal en cuanto a su discografía. Luego de Copado por el diablo, blues que incluyó un tremendo solo de teclados, todos aplauden y alguien grita: “gran tecladista David!!!, a lo que Lebon responde; Y si, e tenido la suerte de trabajar siempre con grandes pianistas, tremendos músicos… claro, salvo Charly!!!, todos en la sala ríen y Lebon por supuesto aclara que se trata de una broma.
El concierto es una bofetada tras otra, la lista de temas incluye hits fundamentales; Hombre de mala sangre, esperando nacer, despiértate nena, noche de perros, copado por el diablo, etc. La gente no lo deja ir y el Ruso no falla, no para, con Ange estamos agotados y nos vamos caminando hasta el Hostal, pasamos a una pizzería por Corrientes, ella me pide que porfavor al menos mañana no vayamos a ver música en vivo, le digo que si, que no se preocupe, Lebón fue una inyección que definitivamente me dejó calmo. House of rock, El Tórtoni, San Telmo, Puerto madero y más
Son tantos los lugares que alegra que siempre queden más por conocer, para volver y volver sin la frente marchita.
Fuimos al House of rock y aunque no lo crean no tomé cerveza sino un café. Nos sacamos fotos mientras por los plasmas pasaban conciertos en vivo de bandas nuevas y no tan nuevas, los afiches de conciertos y artículos de referencia a la cultura rocker estaban por todos lados, es un lugar enorme que mezcla ese típico ambiente de lugar porteño con esos adornos y objetos de rock que suelen mostrar en los canales de turismo.

Estuvimos desayunando en el Tórtoni, paso obligado cada ves que voy, ese café en donde Borges pasaba mañanas enteras, independiente de lo increíble de su construcción hay que admitir que sus sándwich y sus medialunas son de otro mundo.
Y las infaltables y monumentales ferias de Palermo, Plaza Francia o San Telmo, esta última por primera ves la vi y recorrí en toda su magnitud, una caminata agotadora e interminable que te cruza con todo tipo de objetos y artilugios, una instancia única y mágica que
no da descanso a tus sentidos, cias. de teatro de marionetas, grupos de tango en vivo, tríos de jazz, estatuas humanas y miles de puestos en las calles, tiendas, galpones, galerías y restaurantes entre cientos y cientos de personas que conviven sin necesidad de comprar algo, un panorama gratamente porteño que bien vale terminar con un buen plato de biffe chorizo…