jueves, agosto 26, 2010

La vida buena...

Me quedé pegado con una pregunta de la última crónica de Mouat, ¿vida buena o vida mejor?. Pienso en ustedes dos cada vez que la vuelvo a recordar, y me convenzo de lo que para mi se trata, aunque me parece difícil a veces, mi mirada a veces me hace sentir el andar como en tierras secas, por que nos acostumbramos a pretender, incluso más que a querer, la velocidad nos tiene acostumbrados a aspirar más que a soñar, por que cuando nos despertamos, lo primero que hacemos es confirmar que esté todo bajo control, cumplir con los horarios, seguir cuidando nuestro trabajo, fijarnos en el día que es, en el tiempo que nos queda, sin darnos cuenta que de hecho lo está, que está todo muy bien, por que claro, ante todo estamos despertando, y lo estamos haciendo en nuestra cama junto a las personas que amamos y con ganas de que el día pase con la mayor cantidad de tiempo y cosas que nos dejen sonrisas pegadas en nuestros rostros.

A pesar de eso, de esa intención valerosa y descabellada, fallamos, y nos gana la ansiedad, la preocupación, los números, la ausencia de lo esencial a cambio de lo superficial, y dejamos pasar tres o cuatro de aquellas sonrisas que damos o que recibimos, y que tienen su sentido, dejan su cariño y arman, envalentonan, ponen grasa al engranaje para seguir, tienen el combustible indicado para el buen vivir.

Cuando pienso en la estrella que se está prendiendo, pienso mucho en mi, en la responsabilidad que tengo al encenderla, en el cuidado, en el lazo seguro, en lo que quiero que forje en sus primeros pasos, sus primeras hazañas, por que tengo claro que en el principio todas serán verdaderas hazañas, en el fondo, que en todo sus primeros pasos importantes, debemos tener la certeza del apoyo, un ancla poderosa unida a él, ya que por muy simple que puedan parecer ciertos descubrimientos, en aquellos meses de vida serán momentos épicos, los que finalmente lo armarán, nos armarán, nos formarán. Pensando en esto reflexiono, es difícil hablar de formación cuando uno es viejo y se pregunta si realmente esta bien “formado”.

Tengo claro el deseo de querer compartir este momento, de vivir este embarazo entre tres, de manera muy nuclear y con todos los demás en su medida justa. No hay partes desanimadas ni temerosas, hay puras ganas, ansias de asombros, de eso se tratan las verdaderas e importantes decisiones, por que ya no basta con decir, hoy, hay que hacer.

El compromiso es con el mundo, pondremos a girar una persona más en el planeta, y bajo nuestra responsabilidad queremos que se empape y empape su entorno de amor, bondad y verdad.

Respondo a la pregunta de Mouat; hoy más que nunca quiero una vida buena, una vida noble, una vida tierna. Querer por sobre todas las cosas y pretender lo menos posibles, tener con el esfuerzo necesario y sin dejar de ser ni de crecer. Abrir el camino para tres, entregar, enseñar, guiar, despejar, limpiar, saber sobrellevar y como nunca, por sobre todo, amar.