miércoles, mayo 28, 2008

Compatiblemente distintos…

Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias...
Leonardo Da Vinci
Nadie de mis amigos creía cuando les contaba que pocos días antes de empezar a tener algo con ella nos fuimos a Viña y decidimos ir al Festival a ver a Chayanne, tampoco me creían cuando les decía que no le gustaban ni los Rolling, ni los Beatles o que no le movían un pelo las canciones de Sabina.
Pero en ese mismo paseo de cómo tres días, en idas y venidas entre Valparaiso, Viña y Reñaca me escuchó hablar, cantar, quejarme, reír y llorar tanto como nadie lo había hecho en años, entendió cada una de mis frases como si se hubiese leído un manual sobre mi, del mismo modo que yo escuché y destapé sus defectos y virtudes que parecían salir solas como sobre las olas, dejando verse tal y cual era.

Admito que uno se cuestiona a veces este tipo de afinidades y gustos, pero no saben como se agradece esa divertida honestidad que la a llevado a quedarse dormida en un concierto de Jazz que yo la invité o de que yo jurara que solo habíamos escuchado cinco canciones de
Arjona cuando en verdad ya iba un disco y medio sonando por la radio del auto, por que claro, nunca e dejado de ver esta diferencia como una buenísima oportunidad de pasarlo bien, de ver las cosas desde otra perspectiva y de reírse con ese condimento personal que cada uno puede poner a la historia.
Y es esa forma, con esa simplicidad y espontaneidad, despojada de grandes cuestionamientos la necesaria para re - aprender a querer y quererla, a soñar y crecer sin necesidad de destapar complejos laberintos egipcios para saber que las grandes respuestas están cuando te matas de risa por que se te chorrea una lata de bebida sobre tus pantalones y no cuando te caes tres veces a un pozo insistiendo que no tiene fondo.

Y hemos ido y venido entre
sus conciertos y los míos, entre sus películas y las mías, entre sus canciones y las mías, entre sus libros y los míos, y hemos armado un montón de capítulos entretenidos, como viviendo dentro de una sitcom llena de equivocaciones y desencuentros que sanan con una mirada y una sonrisa, así tal cual, sin decir una palabra.

Ya sabemos que no hay clave ni formula en esto, finalmente armamos una trenza juntos, cada uno aporta lo suyo, y así como hoy yo puedo escuchar un disco de Sin banderas entero o ir a ver feliz p.d i love you, ella alucina con Jorge Drexler o con las pelis de Ellen Page, y cuando estamos juntos podemos resolver una campaña publicitaria para sopas o redactar un informe de selección de personal aportando cada uno nuestras visiones sin pudor.

Por que aunque suene extraño nuestras diferencias nos han hecho compatibles, tenemos en común una forma de contención y protección que nos sostiene del mejor modo, nada se torna complejo cuando estamos juntos y eso es lo que importa.









Como en el estudio del Washington Post, cuando ponen al mejor violinista del mundo a tocar en una estación de metro con ropajes simples y cero glamour, nadie sabía que era Joshua Bell, tocando piezas musicales consagradas con un violín Stradivarius evaluado en más de 3 millones de dólares. Un video muestra como pasa y pasa gente sin siquiera dar un atisbo de interés por el músico que días antes había tocado en un gran teatro en donde cobraron cerca de 1000 dólares por ticket. Nos acostumbramos a valorar lo complejo, a darle sentido a las cosas en contextos adornados, ya no disfrutamos de nada que no tenga algún touch cool, de nada simple.

Agradezco estar juntos por lo mismo, agradezco en el fondo que me haya hecho revertir esta situación y disfrutar con ella de todo lo que nos rodea sin mayores luces, desde Sin Bandera a Jorge Drexler, desde
August rush a Shine a light, se disfruta y disfrutará mucho…

Feliz Cumple Ange, de verdad… Feliz!!…
Póngale play nomás!!

lunes, mayo 12, 2008

Tiempo de solitarios…


Solo faltaba un par de fogatas y brisa marina, la noche del 10 de Mayo celebramos a las madres con 5 tipos tocando solo su guitarra de palo en un escenario que a algunos se les hizo más grande que a otros, se trata del 1º Festival de Solistas en Solitario, concepto arraigado ya hace tiempo y consolidado esa noche en una producción de calidad de la mano de los chicos de Quema su cabeza.

En orden del concierto (no así de mi favoritismo)


CHINOY

Un power de la puta madre, tal como la canción de mi partner Barría, este tocayo mío si que deja “sangre en las cuerdas”, un trovador con actitud punk, unas letras envolventes y una manera de tocar y cantar que ya se la quisieran por Cuba. Chinoy, un secreto a voces que se destapó ante cerca de mil personas que boquiabiertos confirmaban aquellos comentarios que les habían llegado en esos carretes de buenas conversaciones musicales, por que claro, tras escuchar la tremenda Ángel de la cuadra (solo por nombrar una al azar) a uno no le queda más que comentar para si mismo, “la cagó este weon”.

Lo más débil de la noche, si, por que el bajista de Daniel Melero no tuvo ni de cerca el punch de Chinoy, pero no seamos duros, puede que haber salido seguido del único punk de la noche le halla jugado en contra, porque claro, ambos tienen un estilo distinto y válido, y siendo así oímos que lo de Félix se acerca mucho más a lo de su profe Melero o más bien al pop y la clásica balada rockera Argenta que a la fusión de Silvio con los Fiskales que esa noche nos brindó su antecesor.

NANO STERN

Se comió al público con zapatos y sin pedirle permiso a nadie, imagino la cara de felicidad de su manager y productor, por que fue absolutamente el más aplaudido de la noche, una entrega brillante con todo su virtuosismo a la vista y una interacción con el público altamente notable. Nano jugó con el repertorio de sus dos discos más algunos covers que incluyeron hasta la siempre bienvenida Zamba landó del Inti Illimani para su cierre. Tocando de pie, saltando, bailando, haciendo payas y moviendo su chasca como verdadero trash ochentero el más Folk-clor de los cinco también dejó a varios con la boca abierta y dio a entender por que es otro de los que se están nombrando de boca en boca tan empecinadamente.



Todos nos sabíamos “mala suerte” o “Tan atentos a que nada”, por que si hay algo que reflejaron estos cantautores fue el “Efecto Myspace”, ese que hace que todos coreen canciones de tipos que aun no editan un solo disco o que jamás lo han hecho acá en Chile. Fue el más esperado de la noche, cerca del sonido de Jose Gonzalez y cuidando generar su propia sonoridad este cantautor oriundo de Morón ya la tiene clara, sus canciones están llenas de colores y de historias directas que se hacen cercanas llenando espacios como el del Cine Arte Normandie, hay en su forma de tocar el power y la delicadeza justa redondeando de este modo su concepto que se afirma con una voz particular que llama a poner atención y disfrutar ojalá de a dos.


GEPE
Manteniendo esa distancia fría con el público que lo a hecho ya característico no podemos negar que fue uno de quienes despertó el fenomeno solistas en nuestro país, y en justa medida, ya que sus composiciones retraen lo que alguna vez escuchamos en Victor o Violeta y lo refrescan otorgando un concepto que para nadie resultó indiferente. Pero todo se ha dicho ya sobre Gepe y sus discos, así es que solo me cabe señalar que ante cualquier prejuicio debemos reconocer que tiene su puesto bien ganado, esa noche reversionó y otorgó a sus canciones el touch indicado para terminar de coronar el primer Festival de Solistas con un gran nivel.


Nos fuimos entonces con cinco buenas postales distintas, y no hay por donde no admitir que se viene la edición 2 y 3 y 4, por que de solistas estamos bien provisionados y para varios años más, acá, ashá y por todos lados, una tendencia que gusta y calza en tiempos en donde basta mirar las noticias como para querer retraerse y volcar hacia si mismo esos pensamientos y emociones que nos cuesta exponer para hacerlas reventar contra una pared en algún momento, tal y cual lo hicieron estos cinco cantautores quitandonos el frío de aquella noche en el centro de un Santiago que por momentos agota.