miércoles, abril 26, 2006

Hay un final feliz?...


Esto del Messenger parece una herramienta muy liviana para lo que en verdad puede llegar a significar, se debe tratar de un tema netamente estético, no puedes usar caritas, emoticons, esas como animaciones y etc si lo que vas a comunicar es realmente duro. Ya había notado algo extraño en el nick del Coke, “fuerza negrito”, luego saludé a la Val y me contó, me dijo que andaba mal y me la tiro en seco, - murió el papá del negro Andrés.

Todo mal, el negro fue mi mejor amigo en uno de los períodos más extraños de mi vida, con el tuve mi primera banda de rock, con él lloré los caprichos de mi primera novia, nos emborrachamos las primeras veces, grabamos un unplugged en el living de su casa con una cámara en horrible estado que tenía mi viejo, hicimos presentaciones en vivo con nuestra banda en los lugares más extraños, cicletadas, colegios, galpones, bares y fondas, hicimos a mi juicio una de las primeras bandas tributo, cuando nadie hablaba de bandas tributo, se llamaba “coma” y tocábamos Nirvana, compusimos mis dos primeros temas juntos, ensayamos en un millón de partes, inolvidables las “Iván Sessions” en Sta Magdalena, también hay un registro audiovisual, jaja, recuerdo cuando le llevamos de regalo a Iván (dueño da la sala de ensayo y alcohólico mal), una botella de un licor dulce, se la tomó como en tres tragos y se durmió, esa tarde ensayamos hasta caernos de cansados.

No podía fallar, se había muerto el papá del Negro Andrés y aunque soy el peor en estos contextos, no podía fallar.

Hace años que nos dejamos de ver, por esos motivos que no se saben bien, cambios de casa, cambios de rumbo, que se yo. Además siempre lo he dicho, el concepto de amistad para mi es difuso y complejo, como tantos otros que indican tal ves que el difuso y complejo en definitiva debo de ser yo.

Cuando la Val me contó tomé mi celular y lo miré por varios minutos, que mierda le digo si su padre hacía un par de horas que había dejado de respirar. Puede sonar todo lo cursi posible, pero en verdad para estas ocasiones soy el menos indicado. Mensaje de texto, pensé, y lo decidí mientras por los parlantes de mi computador sonaba The Sky is a Landfill de Jeff Buckley.

“Ya no nos vmos mucho, pro no puedo dejar d enviarte todo mi apoyo, mucha fuerza hno. Un abrazo, Mauro Fredes…”

Que más puede ser, que más se puede decir, no se. Recuerdo que cuando falleció mi abuela, quien estuvo conmigo desde casi al nacer, viví como una especie de bloqueo mental en varios momentos, un trance en donde el entorno desaparece y uno se siente despojado de parte interior de su cuerpo, sientes nauseas y nada de lo que pasa a tu alrededor parece coincidir con lo que tu estás sintiendo, eran lapsus como de diez minutos en episodios puntuales, recuerdo uno muy claramente al subirla al autofunerario.

Hoy pasé a buscar a mi madre en la mañana y fuimos a la misa del papá de Andrés, me sentí nervioso, entramos y primero mi mamá saludó a la tía, por supuesto que mi vieja se emocionó hasta las lágrimas, luego la saludé yo, y después al negro… le di un abrazo fuerte, no me salían las palabras, no lo veía de años y ahora estaba despidiendo a su viejo, sentí que se puso a llorar más fuerte, fue un largo abrazo, solo atiné a decirle que estaba con él, y que su viejo había sido un gran tipo.

El papá del negro era de esos viejos gigantes y barbudos que por presencia demuestran sabiduría, tenía una voz ronca inigualable, y su humor era como sacado de la manivela, como si su circulo de amigos estuviera más cerca de Julio Jung y Andrés Rillón que de administrativos fomes y de vidas monótonas.

Al finalizar la misa se acercaron a sacar al tío de la iglesia, Pedro, un ex compañero de colegio y amigo en común con el negro me llamó para que ayudara, sacamos al tío entre varios, yo miraba el suelo y pensaba que no quería realmente estar ahí, que no quería cargar a nadie en su ataud para despedirlo.

Tal como yo estuve frente al auto que se llevó a mi abuela vi a Andrés en un estado extraño, me acerque pero no quise decirle nada, muchos lo tocaban, le decían cosas, lo abrazaban, el solo lloraba cada ves más fuerte mirando como acomodaban el ataúd de su vejo en ese auto que parece ser el más feo de todos los autos. Mi vieja me dijo que me despidiera de él, pero le dije que no, que luego le llamaría, que prefería no decirle nada en ese momento. Cruzamos la calle y nos fuimos, los cementerios me descomponen.

Es triste que circunstancias como estas reúnan a viejos amigos, parientes, ex novias, conocidos, etc., pero más triste aun es darme cuenta que no hay despedida sin pena y que el final verdadero, por el que todos pasaremos, el que nos cierre los ojos, no sabremos jamás si es para un "nos vemos" y yo creo que por eso nunca será un final feliz.

miércoles, abril 12, 2006

F&F&F...


Esto es de lo más delirantemente absurdo y vaqueril hecho en Chile. Hay amigos extravagantes, pero estos la cagaron, les invito a sacar sus propias conclusiones, e aquí la última edición de NOCHES DE FLORA & FAUNA con le presencia de un invitado estelar... YO.
Programación cowboy deluxe y momentos de absoluta................... estupidez!.
Gracias F&F me cagé de la risa... wenas pizzas, wenos porros, wenas birras, ojalá no pierdan los sponsors.
pd: Para escuchar el programa pincha ahora ya!!!: http://florayfauna.podomatic.com.
Y para los que no han visto Secreto en la Montaña y quieren saber por que le rendimos homenaje e aquí un resumen Notaaaaaable!!!:
http://www.starz.com/features/brokebackmountain/index.html

jueves, abril 06, 2006

De hígados y limpiapies...



Leí el otro día que el hígado demora tres semanas en mejorar una borrachera, que miedo, no hay que ser un matemático para sacar cuentas poco alentadoras, pero en fin, la cosa es que tenemos órganos que al parecer tardan toda una vida en mejorar sus heridas, por tanto ni la matemática, ni ninguna ciencia exacta tendrá la respuesta a una de mis dudas eternas.

Es increíble la carga nostálgica que puede traer consigo un cambio de casa, ya no creo en el casa nueva vida nueva, más bien lo mío pasó por lo contrario, casa nueva, vida vieja, dado a que pasaron por las nuevas habitaciones montoneras de recuerdos, momentos y todo tipo de frases a través de papelitos, fotografías, libros que reordenar, discos que escuchar mientras reordenaba, y uno que otro almuerzo con comida a pedido en solitario sobre mi nueva dependencia.

Si bien la idea de reordenar mi vida aunque sea en términos de hábitat me ha hecho bien y me debiera hacer mejor más adelante, no he podido recargar y centrar mi atención en lo que vendrá, en ves de eso me e pasado refregando en mi cabeza aquellas letras a las que les sacudí el polvo y que volvieron a remover en definitiva mis emociones más profundas y ajenas a mi presente.

Tampoco quiero sonar a tragedia, es muy entretenido todo esto de comprar cortinas, sillones, limpia pies y ese tipo de artilugios, claro que sería mucho mejor hacerlo con alguien que comparta tu barco en ves de con un par de tías y tu mamá.

En el laburo todo bien, al parecer mi desempeño al estar llevando a cabo tareas que en verdad me agradan, resultan satisfactorias tanto para mi como para quienes miden mi labor. Lo de producir siempre me gustó, el sueño del sello propio, o de traer a la banda que te rompe la cabeza al parecer no es tan difícil, debes empezar de a poco y con todas las trabas de por medio, pero creo que de tanto ver duplas construyendo casas uno percibe que aquellas metas que viste lejanas no lo son tanto, de a poco, nada me apura y creo que a ustedes tampoco.

Dylan y un par de discos de Jazz han sido mis fieles compañeros por estos días, las noches se empiezan a poner más heladas y Girl from the north contry suena perfecta por ahí por las once de la noche, para la ducha Charlie Haden, Miles Davis y su Cuturrufo también. Hora de almuerzo, más Jazz o mezcladito, un tango tampoco viene mal y Prokofiev también hace lo suyo al comer sushis de supermercados (genera un poco de rabia).

Mañana corresponde mi concierto de Abril, en lo profundo emocionado de ver por ves primera al maestro Joaquín Sabina en vivo, ya me llamó Oscarito, como siempre tratando de encontrar entradas a último minuto, que se yo, preferí no prestarle demasiada atención, ir solo a ver a Sabi debe ser si o si toda una experiencia, si hay que llorar lloraremos, si hay que cagarse de risa lo haremos también, y sea lo que sea al final de la jornada celebraremos.

No todo viste de grises por estos lados, ya tenemos claro que bastan tres semanitas para regenerar nuestro hígado, y de los otros órganos… bueno, a estas alturas habrá que saber vivir con algún deterioro. Salud!…